2023-11-20 Arte generado por IA para la comunicación interestelar

Explorar el universo y buscar señales de vida siempre han sido búsquedas fascinantes para la humanidad. Una idea aparentemente excéntrica sería crear arte especialmente diseñado para ser interpretado por inteligencias no humanas.

Para abordar esta cuestión, investigadores, exobiólogos y artistas formularían hipótesis sobre los sentidos, las percepciones y las motivaciones artísticas de estos seres y luego pedirían a la inteligencia artificial que generara obras de arte basadas en estas hipótesis. La IA es una herramienta que puede ayudarnos a ampliar los límites de nuestra comprensión y crear obras de arte nuevas y sin precedentes.

Crear mensajes para extraterrestres puede no ser tan excéntrico ya que un equipo, el «METI International» (Messaging Extraterrestrial Intelligence), fundado en 2016, reúne a una comunidad global de investigadores en ciencias naturales, ciencias sociales, humanidades y artes para diseñar mensajes para inteligencias extraterrestres e investiga los medios de transmisión.

Vale la pena señalar que esta iniciativa es tomada muy en serio por las más altas autoridades de la Flota Estelar  (Starfleet´s9) puesto que el personaje ficticio Capitán Christopher Pike está a bordo.

El séptimo arte es decir el cine, es quizás el que más nos da que reflexionar sobre la comunicación entre especies, con obras maestras como «Encuentros del tercer tipo«, «Contacto» de Carl Sagan y “Primer contacto” de Denis Villeneuve .

Una vez concebido este mensaje por el consorcio, ¿cómo se podrá difundir y en qué medio?

Se pueden utilizar señales de radio cuidadosamente moduladas como en El Mensaje de Arecibo, que fue una transmisión de radio única diseñada para comunicar información sobre la Tierra y la Humanidad. El mensaje fue concebido por el astrofísico Frank Drake y transmitido en dirección al cúmulo de estrellas Messier 13 .

Otro proyecto apasionante, el Breakthrough Starshot , podría proporcionar un apoyo ideal. Prevé la creación de micronaves robóticas ultraligeras que pesen sólo unos pocos gramos. Estas nanonaves incorporarán componentes electrónicos miniaturizados, incluidas cámaras, propulsores de fotones y sistemas de energía, navegación y comunicación de última generación. Para la propulsión, conjuntos de láseres (combinados) en fases desde la Tierra enviarán sus fotones hacia una vela ligera extremadamente delgada, de sólo unos pocos cientos de átomos de espesor. Gracias a esta revolucionaria tecnología, una misión espacial podría llegar a Alfa Centauri en poco más de 20 años.

También podríamos explotar láseres de alta potencia para emitir señales de luz a otros sistemas estelares, e incluso apuntar a lentes gravitacionales para llegar a otras galaxias. El SETI óptico de METI International hace lo contrario: busca señales láser breves pero potentes de civilizaciones extraterrestres.

Otros métodos de comunicación futuristas serían el uso de ondas gravitacionales o partículas entrelazadas, siempre que el entrelazamiento cuántico funcione a distancias muy grandes.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Ética

Estos mensajes a otras estrellas plantean importantes debates éticos.

Para algunos, como el astrónomo Alexander Zaitsev, la transmisión de información al cosmos se considera una de las necesidades urgentes de una civilización avanzada. No satisfacer esta necesidad, o retirarse forzosamente a un aislamiento autoimpuesto, podría conducir a la extinción de la civilización.

Para otros, como Liu Cixin en su trilogía de ciencia ficción titulada «El problema de los tres cuerpos», domina la hipótesis del bosque oscuro. Como cazadores en un bosque oscuro, una civilización extraterrestre nunca puede estar segura de las verdaderas intenciones de otra civilización extraterrestre. Las distancias extremas entre las estrellas crean una «cadena de sospecha» insuperable, con dos civilizaciones incapaces de comunicarse para disipar la desconfianza mutua, por lo que la primera civilización que detecte a otra se verá obligada a destruirla preventivamente para evitar el riesgo contrario. Este deseo de las civilizaciones galácticas de permanecer ocultas explicaría la paradoja de Fermi.

Esta pregunta puede parecer abstracta ya que las posibilidades de recibir un mensaje lanzado al océano cósmico son mínimas. Sin embargo, si descubrimos que las probabilidades de recepción o contacto son mayores de lo esperado, esta cuestión pasaría a ser mucho más central. No obstante, dado que este principio de precaución ha sido despreciado en numerosos intentos, bien podemos preguntarnos si se ha vuelto obsoleto.

En definitiva, esta reflexión nos invita a preguntarnos si el arte es universal o dependiente de la cultura humana. La difusión de estas obras en el espacio representa una forma de arqueología cósmica, que nos lleva a reflexionar sobre la durabilidad del arte a través del tiempo y el espacio. Entretejer el arte en nuestros mensajes puede permitirnos compartir lo mejor de la humanidad. La inteligencia artificial puede actuar como un puente, ayudándonos a traspasar las fronteras de nuestra comprensión para crear vínculos más allá de nuestra imaginación actual.

Traducido del inglés por Jaime Servera.

Imagen principal: Imagen de Paz,amor,felicidad de Pixabay

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