2023-10-19 Perspectivas del Informe OVNI: Potencialmente, interceptación y recuperación de objetos no identificados

El 18 de octubre, el Grupo de Estudio Militar de los OVNIs de EE.UU., la All Domain Resolution Office (AARO, por sus siglas en inglés) publicó su nuevo informe no clasificado. Se hizo bajo la autoridad del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), que supervisa 18 agencias de inteligencia de Estados Unidos, y el Departamento de Defensa (DoD), responsable de 7 ramas militares y 11 centros de mando.

El documento tiene 16 páginas, de las cuales 7 corresponden al informe del progreso actual. Sin embargo, este conciso documento revela información intrigante sobre el estado de la investigación militar sobre ovnis dentro del gobierno de los Estados Unidos.

Como suele ocurrir con los documentos oficiales, los pequeños detalles suelen ser importantes por lo que se anima a todo lector atento a leer primero las definiciones del glosario antes de abordar el texto en sí.

Restos

Dos de los elementos más interesantes de este informe se encuentran entre esas definiciones. Como mencionado recientemente en un documento oficial publicado en el sitio web de AARO:

«RECUPERACIÓN DE OBJETOS UAP

[AARO] lidera la planificación y ejecución de la recuperación de UAP, en estrecha colaboración con AARO S&T Group.

Asesora a los Comandos sobre el seguro manejo, almacenamiento, transporte y transferencia de Objetos y Material UAP,  para la explotación de AARO S&T».

Este punto es precisamente confirmado en el informe, aunque la pregunta de qué son realmente estos «objetos UAP» sigue sin respuesta. Sin embargo, el informe afirma:

«Objetos y materiales UAP:

Artefactos corpóreos de UAP. Los UAP pueden contener uno o más objetos UAP (por ejemplo, naves aéreas que exhiben aparentes capacidades anómalas). El material UAP son muestras, en su totalidad o en parte, de objetos UAP (por ejemplo, restos).»

Aquí se obtiene una triple confirmación:

  • la realidad física de estos objetos
  • la definición de UAP como máquinas voladoras con capacidades anormales
  • la existencia de restos recuperables.

Estos restos, como se indica en las misiones de AARO, se envían posteriormente para su estudio y explotación científica.

Vale la pena señalar que este término específico no se utiliza en ninguna parte del informe no clasificado. Sin embargo, este informe no clasificado va acompañado de un informe clasificado, compartido solo con personas acreditadas para verlo. Es probable que esta definición se refiera a un elemento de la sección clasificada en la que se examinan las operaciones de recuperación de esos restos.

Es probable que ya se hayan presentado solicitudes de desclasificación en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) al gobierno de los Estados Unidos, lo que podría proporcionar más información en el futuro.

Imagen de Military Material de Pixabay

Compromiso

Otra definición de interés se refiere a las intercepciones de ovnis:

‘UAP Engagement: Poner UAP bajo fuego cinético o no cinético, para negar, interrumpir o destruir el fenómeno y/o su(s) objeto(s)’.

Esta declaración recuerda lo ocurrido en los cielos norteamericanos en febrero, donde  objetos, aún no identificados hasta el día de hoy, fueron supuestamente derribados por cazas estadounidenses sin que se encontraran restos.

Esto también marca un cambio en la doctrina militar, ya que el informe británico Condign había aconsejado previamente a sus aviadores que no intentaran interceptar ovnis debido a los riesgos que representaba para sus tripulaciones y sus aliados. En este caso, la referencia a las armas cinéticas y no cinéticas es amplia, y la diferencia clave es si hay daño físico al objetivo en las primeras y no en las segundas. Esto significa que todo el arsenal de EE.UU. puede ser utilizado para detener estos objetos.

Además, la capacidad de derribar un objeto no identificado en vuelo es en sí misma una novedad en los conflictos donde la identificación del objetivo es crucial para evitar accidentes y poder seleccionar el sistema de armas más adecuado.

Programas en EE. UU.

Un elemento interesante se puede ver en las primeras líneas del informe:

«AARO ha eliminado el conflicto de estos casos con posibles programas de EE. UU. y continúa trabajando en estrecha colaboración con sus socios del Departamento de Defensa y la Comunidad de Inteligencia para identificar y atribuir cualquier objeto encontrado en estos casos».

De acuerdo con esta declaración, AARO afirma haber excluido casos no identificados que podrían atribuirse a programas secretos estadounidenses, observados por personal militar que los confundió con ovnis. Esto plantea interrogantes dado que AARO no tiene la autoridad para acceder a la inteligencia de EE.UU., y la CIA es perfectamente capaz de crear sus propias plataformas secretas, como lo demuestra la historia del programa U-2.

Sin embargo, el informe no proporciona el porcentaje de casos no identificados. Tal ausencia es sorprendente a pesar de que el Dr. Sean Kirkpatrick, director de AARO, declaró en una entrevista en CNN el mismo día que estos casos representaban entre el 2 y el 5 por ciento del total. ¿Por qué esto no se incluye en el informe oficial, especialmente cuando estas cifras son similares a las del grupo público francés de estudio de ovnis, el GEIPAN?

Más adelante en el documento, leemos:

«Aunque ninguno de estos informes de UAP se ha atribuido positivamente a actividades extranjeras, estos casos continúan siendo investigados».

El documento señala que hay un total de 801 casos, de los cuales entre 16 y 40 casos son inusuales, ni programas secretos estadounidenses ni plataformas extranjeras. Incluso después de 8 meses de investigación, uno podría preguntarse cuáles son estas docenas de casos.

Imagen de Achim Scholty de Pixabay

Defensa y colaboración

Más preocupante para la Defensa de los EE. UU. es la siguiente declaración:

«El contínuo volumen y la naturaleza no identificada de la mayoría de los UAP es una consecuencia directa del desconocimiento en este tema».

Teniendo en cuenta las espectaculares capacidades de los Estados Unidos en los aspectos militar, nuclear y de inteligencia, uno puede preguntarse cómo puede haber brechas en el sistema de vigilancia de los Estados Unidos. 

¿Quizás el estigma que, según el científico australiano de Defensa Harry Turner, puede haber sido creado deliberadamente por la CIA sobre el tema, haya causado situaciones en los que los testigos permanecen en silencio y las grabaciones se borran por temor a dañar su reputación?

¿O tal vez la gran cantidad de objetos que recorren los cielos y activan los sistemas de alarma de alerta temprana obligó a la administración militar a aumentar el filtrado de señales, a pesar de que ello cegaría parcialmente los sistemas de defensa de EE. UU.?

En la siguiente sección:

  • AARO menciona la colaboración continua con la NASA, pero sin referirse a su sistema de recopilación de testimonios de pilotos ASRS.
  • Afirma recibir informes de observaciones de la FAA sin especificar los medios.
  • Menciona recomendaciones para la compra de sensores específicos para observar UAP, pero sin dar más detalles.

Estos son todos los datos que habría sido interesante conocer, sobre todo teniendo en cuenta que la FAA informó a la NASA de que no tienen un sistema piloto de recogida de testimonios y que el proyecto Galileo está en proceso de instalar un segundo observatorio UAP en Colorado.

También vale la pena señalar una pequeña sección sobre la relación entre AARO y otros grupos militares:

‘The relationship between AARO and air domain elements such as NIM MIL, the USAF, including NASIC and AFRL, and air command elements remains strong.’

«La relación entre AARO y los elementos del dominio aéreo, como NIM MIL, la USAF, incluidas la NASIC y la AFRL  y los elementos del comando aéreo sigue siendo fuerte».

Un poco más adelante:

«AARO trabajará con la Marina de los EE.UU y NIM MIL para garantizar informes oportunos y de calidad».

Curiosamente, esto se hace eco de otra mención en el informe, que indica que solo se había notificado un caso marítimo a AARO en comparación con 290 casos aéreos. ¿Podría verse esto como un giro en contra de la Marina?

La Armada ha sido bastante locuaz sobre los encuentros aéreos entre sus fuerzas navales y UAP, en contraste con el silencio de la Fuerza Aérea sobre el asunto. Esta falta de entusiasmo con respecto a la información sobre UAP se señaló en un incendiario artículo de prensa e incluso en un informe oficial anterior. Del mismo modo, la Armada siempre ha guardado silencio sobre los encuentros con objetos sumergidos no identificados.

Otro dominio importante aparentemente ausente de la conversación es el espacio, no mencionado por AARO, a pesar de que fuentes de NORAD han reconocido que los objetivos de seguimiento no pueden correlacionarse con las plataformas estadounidenses. La propia Fuerza Espacial guarda silencio al respecto, a pesar de que se menciona entre los grupos involucrados en la redacción del informe.

Además, la mención conjunta de la USAF, NASIC y AFRL también es digna de mención, ya que son los sucesores de los grupos que estuvieron a la vanguardia de la investigación OVNI al comienzo de su estudio hace casi 70 años.

Uno podría preguntarse qué impulsó a estos grupos a colaborar y ser elogiados en este informe.

Entonces, a pesar de que el informe no clasificado tenía solo 16 páginas, hay algunas pistas y hechos sorprendentes que nos hacen preguntarnos: ¿qué podría haber en la versión clasificada?

Traducido del inglés por Jaime Servera

Imagen principal: Imagen de Robert Waghorn de Pixabay

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